La reducción de la gestión de las cosas que tenemos que anotar en la herramienta de la agenda o calendario no siempre se entiende bien, necesita que desaprendamos. Cuando comparto GTD en sesiones de formación, suelo encontrar que la gente deposita en la agenda las acciones que tiene comprometidas. Es verdad que cuando propones la alternativa, se ve fácil la necesidad de segregar tareas y agenda, y se reduce esta a lo que es: en un momento y en un lugar e innegociables estos dos aspectos. La inflamación se reduce y uno se encuentra mejor, pero puede que esa inflamación tenga un origen que habría que escrutar. Cuando usas GTD no suele volver.