Implantar el método GTD para la gestión de los compromisos que adquirimos requiere que dediquemos un tiempo a mantenerlo vivo y activo. Muchas veces creemos que las cosas se hacen por quedar escritas en una lista o apuntadas como tareas. Podemos hacer mapas mentales, aplicar la planificación natural de proyectos…, pero nada vale si no hacemos. Hacer es el fin y planificar es el medio. Hacer una de las dos cosas independientemente de la otra puede que no nos ayude casi nada. Quien no para de hacer sin haber planificado puede que no sepa a donde va, y planificar permanentemente sin hacer…pues eso, casi nada.