Nunca sé lo que tengo que hacer. No tengo en la memoria, desde hace años, la lista de cosas que puedo o debo hacer a continuación. Es lo que tiene GTD. Reservo las neuronas para hacer las tareas, no para guardarlas. Resulta que con GTD, actualizado como David Allen dice, puedo acudir a mi sistema y saber lo mejor que puedo hacer. Siguiendo los criterios de elección de contexto, tiempo , energía disponible y prioridad, por este orden. Me dicen que no me acuerdo de nada, pero no es verdad, lo que pasa en que no me puedo olvidar de aquello que no recuerdo.